Crónica de la cena de la pecera

Bueno, volvemos por estos lares después del reencuentro familiar que tuvo lugar el pasado sabado. Como era de esperar la lujuria, el desencanto, la vanidad y la incoherencia se dieron lugar en esa cena. Vayamos entonces a analizar algunos de los momentos más oscuros, desdichados y perturbadores de la reunión pecera.

Los primero que podríamos destacar es que la comida tardó un poquito en ser servida, la desesperación hizo que algunos epezaran a comer lo primero que tenían a mano, como se demuestra en la foto que viene a continuación.

Además el hambre voraz también hizo que todo el mundo empezara a beber como cosacos, embriágando así los cerebros mucho antes de lo esperado. En la imágen que os pongo aquí podeís ver como Roberto, después de haber ingerido dos litronas intenta leer el menú y no lo consigue debido a sus empañados y enrojecidos ojos.

Después de una hora de esperar la cena nuestros peces empezaban a aburrirse así que empezaron a meterse con los más debiles, prueba de ellos es la foto que os dejo a continuación en donde humillan al pobre Mikelet, el ser más bondadoso de la familia.

Para entretener un poco al personal, Doña Maria Triay nos cantó una canción dedicada a todos los miembros de la pecera y pidió perdón públicamente por su ausencia durante este tiempo.


Mientras Maria cantaba, su novio Bep en vez de observarla a ella tenía su vista fija en una de nuestros peces hembra. En cambio ella, como podéis ver en la foto estaba enormemente concentrada en la canción.


Aunque lo mejor de la noche estaba por llegar, uno de nuestros personajes, concretamente el mas friki, el artistazo, el doctor.... Joan Coll, estaba a punto de ofrecernos un grato espectáculo a causa de la injestión de un cocktail preparado por el autor de la pecera. Dicho cocktail llevaba ingredientes que no pueden desvelarse.

El resultado fue el video que os pongo a continuación, otra locura solo digna de nuestro Joan en estado ebrio.