Relato : Lo onírico

Tres, dos, uno, cero... abrí los ojos, solo era un sueño, una pesadilla, un engaño de mi cerebro, una distorsión de una realidad que siendo sueño es normal, pero que al despertar nunca logro comprender; porque es otro mundo, porque es otra vida, porque es otra persona, otra mente, otro yo. Pero ese día fue distinto, creí haber entrado realmente en mi subconsiciente.Fue como estar viviendo desde otra perspectiva lo onírico, aunque sin estar presente del todo. Un hombre conocido que se convierte en una mujer desconocida, pero que en ese sueño conoces, algo ocurre que tu ya sabes pero que no ves, es malo, es horrible, pero, ¿qué es?, despiertas en otro sueño, ya no te acuerdas del anterior, pero de alguna forma esta presente, ahora estas feliz, aunque sepas que no lo estas , ves a gente conocida interpretando un papel que no es el suyo, y no lo encuentras extraño, al contrario, lo que te extrañaría sería que fuese de otra manera, porque en ese mundo creado en un instante es así, porque en ese, tu sueño, no podría ser de otra forma.

Soñé con un animal, aunque a la vez humano, era un ser, era malo, era yo. Soñé conmigo sin saberlo realmente, o sin quererlo saber, porque eso era extraño. Estaba viéndolo desde otro punto de vista que no era el mío. Eso actuaba según su criterio, que no era el mío. Así, ¿cuál era mi criterio?, ¿acaso no tenía?. Si ese ser era yo, y yo mismo era quien lo estaba soñando, entonces mi yo estaba partido en dos, a no ser que estuviese recordando algo que ya ocurrió anteriormente. Cuando uno piensa en algo que le ocurrió, se ve a si mismo como el protagonista de una historia, y ve a ese protagonista como a otra persona, ya que ni en el espacio ni en el tiempo hay, ni habrá, dos seres iguales, aunque sean realmente iguales en forma.

Era jueves, y tenía trabajo, no podía perder el tiempo filosofando sobre los sueños. El trabajo de profesor es muy duro, y más si tus alumnos miden menos de metro y medio y no paran de gritar.
Llegué al colegio a las nueve menos cuarto, entré en el aula y me senté a esperar. A las nueve en punto entraron todos corriendo. De repente me sentí extraño, me sentí como si estuviera otra vez en el sueño de la noche pasada, ¿ y si fuera así realmente?, ¿y si estuviese soñando?

-Profesor, profesor

Levanté la cabeza, todos los niños estaban a mi alrededor, sin mediar palabra. Algunos de ellos parecía que estaban a punto de llorar. Salí corriendo de la clase y entré en el lavabo. Mi imagen reflejada en el espejo me sorprendió, mi semblante era como el de un cadáver, mis ojos estaban inyectados en sangre. Abrí el grifo, y me lave la cara. Salí del lavabo, no comprendía nada, ¡estaba en mi casa!, ¿como era eso posible?. Recordaba haberme levantado, recordaba haberme vestido, salir de casa, coger el coche e ir a clase, ¿cómo podía entonces estar en mi casa?. De repente sonó el teléfono, lo cogí, era el director del colegio, quería saber porque no había acudido al colegio. No pude decir nada, no lo entendía, empecé a llorar.

Me desperté de nuevo, otro sueño dentro del sueño que no es, o si que es, pero se torna real al aparecer en mi subconsciente. Me duché, al salir de la bañera tropecé, a partir de ahí todo se difuminó. Soñé de nuevo, soñé otra vez que había soñado y no despertado, me alteré en el sueño y desperté en una aldea, la aldea se convirtió en una ciénaga, y la ciénaga se convirtió en un barco, en cual yo viajaba con destino a mi casa, mi hogar desaparecido, olvidado en el país de la conciencia. El barco naufragó, yo me ahogué y desperté en otro planeta, un planeta brillante, lleno de soles y lunas. No recuerdo, lo he olvidado, más mi mente esta agotada. Dadme un respiro, ¡ayudadme por lo que más queráis! .

Claro que los sueños dentro de sueños se deshacen, como todos los demás, pero siempre queda algo de ellos, aunque sea en un pequeño rincón de tu cerebro y en algún momento regresan, como me ocurre a mi. La diferencia es que a mi me sucede siempre, nunca se cuando vivo en la realidad o cuando en lo onírico. Esa sensación es placentera en ocasiones o desconcertante en otras, también puede llevar a equívocos, uno de esos equívocos me hizo asesinar a una persona pensando que formaba parte de una pesadilla. Ahora, aquí, sentado en mi celda escribo mis pensamientos, pensamientos que me tienen destrozado por dentro.

¿Y si también es sueño, y si también lo es?, la muerte, la vida, el ser, ¿Qué ser?, el individuo, que soy yo, las aberraciones, el mar, un caballo con un jinete en sus aposentos con una bandera pirata a modo de escudo., todo eso y muchas cosas son, pero aparecen en ti cuando no lo buscas. Sueño dentro de sueño, eso es lo que soy yo.